ANDRÉS MARCO

domingo, 13 de febrero de 2011

POEMAS PATERA



                 
SOL MAÑANERO


Sol, solecito que naces cada día, sol mañanero,
sol de la madrugada, ilumina donde yo me halle,
abraza con tus rayos a  la mujer que yo quiero,
sol incipiente, inunda de tu luz todo mi valle.

Sol solecito, no te importe de tus rayos el derroche,
alumbra sin  desfallecimiento nuestra común  vía,
que nunca la fría oscuridad de la noche nos roce,
desborda con generosidad  toda tu luz y alegría.

Sol solecito que llegas con la madrugada,
abrázanos solícito desde tu hora temprana,
arrópanos en tus amorosos rayos toda la jornada.
Sol, solecito que vienes a mí cada mañana.

Que no haya mala mar, sol, solecito, que no la haya,
que  esta patera en la que vamos llegue a la playa.

                                         



EN TUS LABIOS HIERBA …

En tus labios hierba, sudor, hambre y arena,
la pena de partir para poder olvidar la pena,
el llanto del desgarro por todo lo que se deja,
ojos de mirada extraviada al subir a la patera.

Días de sol abrasador, noches frías y luna llena,
agua y más agua, sed, horizonte que te aterra,
no sospechas, hermano, lo que aún te espera,
cadáveres alimentando las olas de una mar fiera,
ir sin rumbo, a la deriva, quién sabe si se llega,
y si  al final hay suerte, vislumbrar otra posible tierra.

Salvación, esperanza, sueños a los que te aferras,
tú no eres culpable de haber nacido en el África negra,
ay, hermano, nadie te ha explicado, y eso desespera,
que los ricos no comparten jamás  su riqueza,
nadie te ha dicho, hermano, que aquí hay otra patera.

                                          




ALUMBRA LUNA

Alumbra luna a los que un día abandonan su casa,
y se adentran obligados en un mar de sendas ignotas;
no permitas que el sol inmisericorde maltrate sus caras;
alumbra luna sus rutas para hacerlas, al menos, seguras
y encuentren  al final las tierras propicias que  buscan.

Alumbra luna, como farolillos en la noche encendidos,
a esos hombres de ébano  que precisan no ir perdidos
cuando arriesgan  forzados familia, hambre y amargura.
que nadie abandona sus  raíces  con manifiesta dulzura.

Alumbra luna, alúmbralos, que la travesía es muy dura,
alumbra día y noche, alumbra sus destinos, alumbra luna
para que el mar, en la incierta travesía, esté  muy calma,
y no los trague voraz e insaciable, tributo  de esperanzas,
alumbra luna para que  hombres y pateras toquen playa.

                                           
                                              


  

POR QUÉ


Por qué  acentúas tú, hermano, nuestra diferencia
si tú y yo, yo y tú tenemos la misma esencia.
Tú en ti, yo en mí, somos ambos un ser humano
y créeme,  no te lo digo para que caiga en vacío,
en tu vida tú porfías, en la mía soy yo quien porfío,
tu haces tu tarea, yo también realizo mi trabajo.
Tú y yo, yo y tú  compartimos el mismo espacio,
aquí tú no sobras. No, no sobras, hermano.


                                         
  

LLEGASTE EN UN VUELO BARATO


Llegaste  en un vuelo barato a Barajas
gastaste los ahorros de toda tu vida
dejando a los tuyos con el alma partida
sin mirar a ninguna parte, toda tú herida,
porque sabes que si no “ mi chica, tú te rajas”.

Cuidarás viejitos y niños con mucho amor
mientras padres, marido e hijos en Ecuador
confían en que mami  trabaja con ardor
para ahorrar la suficiente plata de calidad
que permita vivir en el pueblito con dignidad.

De cuando en cuando vas al locutorio llorando
para intercambiar muestras de ánimo y besos,
“aplícate, mi niño, que mami está trabajando”,
¡no llores marido mío,  estate  tú aguantando!
que en nada reúno la plata  y ya pronto regreso.


                                             

Pena y dolor…
dolor y pena …
gente de color
al  dejar su tierra
en una  patera.

¿No existe otra manera
de adentrarse en la mar negra
que  suponga más pavor
que tener enfrente una fiera?.
Tanto cuesta eliminar una frontera?

Dolor y pena…
pena y dolor..
… gente de otro color.
Dolor, siempre dolor…
en el cayuco.






NEGRA LA NOCHE

Negra la noche, negra muy negra,
negro el mar, todo en mísera calma,
negros somos los hombres en la patera,
negra la  quietud que congoja el alma.

Negros presagios, y la barca no avanza,
mar quieto en el horizonte, como una estera,
sin motor ni remos, quién ahora brega;
la sed hiere la garganta seca cual lanza,
el hambre pesa lo suyo en la balanza,
es la fiera del mar la que, insaciable, brama.

Cierro los ojos, en mi sueño la esperanza
de una luz lejana  para  gritar: “tierra, tierra”.






¿DÓNDE ESTÁS, MON BEBÉ?

¿Dónde estás, mon bebé? El mar te tragó
El mar, ¡ese monstruo gran devorador!
Yo  sólo quería para ti una vida mejor.
¡No llores, mon bebé! que ya lloro yo.

Vieja era la zodiac, más viejo el motor,
embarcamos todos llenos de temor,
antes de de ver tierra el motor se paró
seis días a la deriva,   resiste, mi amor.

No llores, mon bebé, no llores, no,
no me queda ni agua ni leche que darte,
eres pequeño para ser hombre ante el hambre,
no te mueras, mon bebé, no te mueras, no.

Ahora ya las olas te mecen, mon bebé, adiós.
La cuna del mar nueve niños para siempre acunó.




  
MALDIGO, MALDIGO

Maldigo, maldigo este inmisericorde  mar,
maldigo la espera para poder embarcar,
maldigo a los hombres que conmigo van,
maldigo, maldigo hasta la saciedad.

Maldigo a los poderosos que nos hacen emigrar,
maldigo sus gobiernos, sus hombres y su riqueza
que nos sume en la más absoluta pobreza
que nos mete en una patera para zozobrar.

Maldigo a los ricos  y su perversa maldad,
maldigo la enorme ola que nos hizo naufragar,
maldigo este azul insultante de inmensidad,
maldigo este sin horizonte que nos va a tragar.

¡Maldito seas por siempre, maldito seas, mar!.
Maldito, siempre maldito ….





MARINERO, MARINERO

Marinero, marinero de la mar ser quisiera
y hacerme a la mar en un barco de vela,
y surcar unas rutas seguras y certeras
y no navegar obligado en esta patera.

Marinero, ¡ay!, marinero sí si pudiera
y poner rumbo muy muy lejos si por mí fuera,
y hollar países extraños, otras tierras
como capitán de un mercante, iría de perlas.

Marinero sí, marinero en la mar fiera
y , también marinero, sí, de la mar serena
con un destino cierto guiado por una estrella
y no como el de cualquier negro en esta patera.

En deriva navegamos; si nadie lo remedia
muertos de sed  vamos a morir sin dejar huella,
perdidos en el mar, ¡qué suerte más negra la nuestra!,
mientras perseguíamos la estela de una quimera.

Pisando cadáveres y más cadáveres inertes,
sin agua que beber, ateridos en la noche de frío
aceptamos al fin que navegamos perdidos
y conformes aguardamos  la muerte.

¿Qué ha sido de la quimera como suerte
perseguida por todos con tanto anhelo?.
Ahora ya tan solo espero y deseo
al llegar a ni última hora ser fuerte.

Marinero sí, marinero, sí… marinero …





LLORO YO

Lloro yo y también llora el mar,
¿cuántas, cuántas lágrimas más
habrá todavía que derramar?.

Otra patera acaba de naufragar,
sí; otra patera engullida con hombres
todos ellos sin  papeles, pero con nombres
que anhelaban una nimia oportunidad.
El mar se los  llevó  con su dignidad;
es el tributo para que otros puedan llegar.

Llora el mar y lloro yo sin poder parar
y así crece cada día un poco más el mar
crece y crece y crece de tanto llorar.




LLEVAR   UN ENORME RAMO DE FLORES

Llevar un enorme ramo de flores quisiera
que abarcara el mar por entero
en homenaje e imborrable recuerdo
a todos los desaparecidos en una patera.

Flores, muchas flores. Si pudiera todas
para los hombres mecidos por las olas.
No es el mar  el que tiene la culpa, hermano
del cadáver que el mar a la arena arroja,
ni tu hambre, tu desesperación y congoja
si no  la avara  codicia  de otro ser humano.

Al subir a la patera comprendo que llores
por todo lo que forzosamente has dejado.
Yo quisiera llevarte un enorme ramo de flores
y  lanzarlas  al agua una a una con mi mano.

                                              


  
SIN PAPELES

Sin papeles, sin  papeles huyo de la policía;
por tenerlos  y ser legal  no sé lo que yo daría,
sin papeles , como ilegal, sobrevivo día a día.

Desde el momento en que llegué a la playa
voy como gacela hambrienta de mata en mata
¿qué puedo hacer yo, si mi color me delata!.

Si yo tuviera un trabajo a nadie haría mal
pero así me escondo como acosado animal
y todo  porque para la  ley soy un ilegal.

Yo quiero trabajar y ser una persona normal,
ustedes se dicen cristianos y me niegan el pan,
no, no tengo  papeles porque  no me los dan.


Arriesgué mi vida durante días en una patera,
sufrí frio, sed, hambre, miedo, y de qué manera
y ahora aquí me tratan como si yo no existiera.





AGUA

Agua. La inmensa inmensidad del mar,
la mirada extraviada en el horizonte azul
anhelando avizorar una salvadora luz
y la no respuesta a ¿cuándo vamos a llegar?.

Mire a donde mire siempre hay agua alrededor,
agua y más agua que acrecienta la ansiedad
y trasluce en los ojos de mi  hermano el pavor
de este espacio vacío, pleno de soledad.

En la lejanía  se intuye el ruido de un  motor
que enciende los rostros y rompe la tensión;
¡una lancha de salvamento que cumple su misión!,
¡no llores  más, sobrevivimos a la travesía, mi amor!




SILENCIO

Silencio en la negra noche de la mar negra,
de un mar embravecido y fiero que alberga
el  mal presagio de la inminente tormenta.
Si se desencadena, seguro al fondo nos lleva.

Njamié, Olocún y Agoyo, ¡ que no llueva!.
Abrid el cielo y señaladnos una estrella
que nos guie hasta la buena y salvadora tierra.
¡Silencio, hermanos!, que nadie se mueva.

Silencio. A lo lejos el sonido de una sirena,
señal segura, promesa de una buena nueva.
El silencio apenas roto al abandonar la patera.
Arropados con una manta respiramos en cubierta.

De nuevo el silencio en la  individual espera.
El silencio es otro. Se desvaneció la quimera,
Njamié, Olocún, Agoyo , qué importa lo que suceda.
La negra noche del mar ya no es negra.






VOY BUSCANDO

Voy buscando en el silencio de la noche
el callado y estéril  silencio esos hombres
sumidos en un perenne llanto que no se oye

La sal que impregna y se agarra a la garganta
¡negro, ahora  toca ser fuerte; aguanta, aguanta!
que  pensar en un atisbo de regreso espanta.

No  hagas caso al silencio acuciante que impera,
que llama al regreso al hogar  primero de la patera
Sólo los intrépidos arriesgan  y alcanzan la quimera
de  hollar la tan anhelada desde siempre tierra.

Mientras navega el cayuco a la deriva calma.
En la negra mar perdida,  el negro clama
por encontrar aunque sólo sea una mísera playa.

Voy buscando de la noche ese aterrador silencio
de esos hombres abandonados que desesperan
Ellos no intuyen aún lo que  aquí les espera
Ni  que el riesgo de sus vidas es nuestro precio.





EN EL GÉLIDO NEGROR DE LA NOCHE

En el gélido negror de la noche
se oye el rumor plácido de las olas;
el silencio de súbito se rompe.

Negras sombras que corren,
evanescentes siluetas sigilosas,
veloces en la delatora arena.

En la arena. Y se ocultan
mientras las acaricia la luna
protectora. ¡Que no las descubran!.

Gemidos y llantos. Alegrías contenidas;
siempre en la noche, de frio ateridas
han llegado a la playa. Es otra patera.




   
QUISIERA


Quisiera, si pudiera
Que no hubiera fronteras,
Que fuera una única tierra,
Que no existieran miserias.

¡Ay!, si pudiera quisiera
Que nada más  hubiera
Pateras y más pateras
En estos simples poemas.

¡Ay!, si  pudiera… si pudiera




                                                                          
NEGROS NADABAN EN EL AGUA

Negros nadaban en el agua
pretendían alcanzar la playa,
pelotas de goma les disparaban,
malnacido el que lo ordenara.
Quince personas se ahogaban,
los disparos sonaban como de bala,
quince cadáveres  en el mar  flotaban,
malahora entre las que haya
en la que sus vidas fueron segadas,
y sus esperanzas fueron truncadas.
Eran negros del África abandonada,
eran personas de la tierra esquilmada
por  quienes no les esperaban,

eran hermanos, para algunos nada.





TODOS MUEREN AHOGADOS


Todos mueren ahogados,
¿hasta cuándo?, ¿ hasta cuándo?
para que alguien haga algo
y no haya más cadáveres flotando.
Sin papeles, todos inmigrantes,
qué distinto a como era antes
que compartíamos  el hambre
sin preguntar por  la raigambre.
No nos importa para nada su muerte
ahora   ya somos los más ricos
y  nada más atesoramos los vicios
de los miserables y delincuentes.
Qué más nos da, pensamos, su suerte
si nosotros nos sentimos fuertes
en nuestra escondida conciencia
reconfortándonos en nuestra miseria.

( a los  sin papeles ahogados en Lampedusa. Octubre 2013)




SEA COMO SEA

Sea como sea, tú saltas la valla
pese a las sangrantes heridas
causadas por las asesinas concertinas,
ahora ya has alcanzado España,
ya has llegado a tu tierra soñada.
No importa el riesgo que entraña,
hermano ya estás a salvo en Melilla,
mas no te  deslumbres: la realidad engaña
si todo te parece que es bastante
medita antes de proseguir tu avance:
y si estás decidido, sigue adelante

frente a ti, las concertinas  del hambre.




MUCHOS NEGROS INTENTAN SALTAR LA VALLA


Muchos negros intentan saltar la valla
en Melilla,  gente sobre todo atemorizada;
obliga esa extrema necesidad donde la haya
el hambre  no entiende de alambradas.
Arriba de todo permanecen encaramados
abajo aguardan guardias civiles porra en mano
se producen devoluciones ilegales "en caliente"
dramas personales que el poder no entiende
seres humanos a un lado y al otro maltratados
no se los ve como lo que son, seres expoliados,
molesta que quieran entrar en "nuestra España"
nuestra "tierra", como si de una finca se tratara
que es propiedad exclusiva, derecho  de nada
que defendemos ante la mísera avalancha
de  negros, esas personas a las que condenamos,
luego, católicos nosotros, nos confesamos humanos.





















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