ANDRÉS MARCO

martes, 22 de diciembre de 2020

SENTADO EN EL BANCO

 Sentado en el banco oigo el fluir del río,

una leve brisa mueve las copas detrás mío,

relajado contemplo el horizonte finito,

montañas y  montañas, mi paisaje querido

que me retrae a la infancia que he vivido

a la que siempre regreso poquito a poquito.

 

Me dejo llevar y pienso en el hoy inmediato

con este virus virulento, maldito y desatado

que viene a perturbar este momento  grato,

¡no!, cierro los ojos y me dejo ir contrariado,

me niego a bailar a la fuerza esta maldita danza

que cuanto hay de bueno e inmediato aplaza,

todo el mundo tiene que jugar la misma baza,

si hay un atisbo de vida, aún hay esperanza.