ANDRÉS MARCO

viernes, 28 de febrero de 2014

SEA COMO SEA

Sea como sea, tú saltas la valla
pese a las sangrantes heridas
causadas por las asesinas concertinas,
ahora ya has alcanzado España,
ya has llegado a tu tierra soñada.
No importa el riesgo que entraña,
hermano ya estás a salvo en Melilla,
mas no te  deslumbres: la realidad engaña
si todo te parece que es bastante
medita antes de proseguir tu avance:
y si estás decidido, sigue adelante
frente a ti, las concertinas  del hambre.

jueves, 27 de febrero de 2014

CUANDO QUIERAS

  
 Cuando quieras atrapar una rosa
recuerda que tiene duras espinas
y que para tenerla, te has de pinchar,
derramarás algo de sangre, poca cosa,
te extasiarás, seguro, con su aroma
mientras mana de tus dedos sangre roja
que te recuerda que todo tiene un precio

y que sólo pasa sin olerla el vago y el necio. 

TIRA LA PIEDRA


Tira la piedra
y esconde la mano
que viene la vieja.
Aquí no hay moraleja,
no seas casquivano,
sólo es para quien entienda.
La piedra no es la piedra
y tampoco la tiene la mano,
la vieja es más que la vieja
así que no frunzas la entreceja,
al fin y al cabo eres humano,
y no hay oculta componenda,
sólo es para quien lo entienda,
ni más ni menos, quien lo entienda.

   

martes, 11 de febrero de 2014

PALABRAS

Palabras,
palabras
y silencios
el río desbordado
espejos rotos
retazos del ayer
no olvidado,
recuerdos
y palabras,

sólo palabras.

RECUPERAR EL OLOR A ROMERO


Recuperar el olor a romero,
aquel aroma de pequeño,
aquellos años  de ensueño
aquellos  tiempos en el pueblo.
Juegos en las calles,
libertad como osadía,
no contar el día a día,
recuerdos  entrañables.
Todo el pueblo, una familia,
mi casa y las vecinas,
carecíamos de todo y se vivía,
Manzanera, parte de mi vida.

                          

lunes, 3 de febrero de 2014

ANULADO

Anulado
en lo más recóndito
de mí mismo
antes de tirar la toalla
me pregunto: seguir, ¿vale  la pena?
Y yo mismo
me respondo:
sólo se anula aquel
que quiere ser anulado,
aquel que busca quedar  a un lado
arrinconado y maltrecho
aquel que no desea dejar huella
aquel que no deja jamás mella
Y yo mismo sigo bregando
por permanecer  en la lucha,
por sobrevivir
aunque en el día a día
uno quede mellado
y si no es así es que la   vida
el vivirla  toda ella, plena
no merece la pena.