Al igual que la vistosa mariposa
que vuela de flor en flor y se posa
y en esta chupa y en aquella liba
las personas a veces vamos a la deriva
construyendo en el aire castillos de arena
vanos o persiguiendo inasibles sueños
sin percatarnos de que somos dueños
de nuestra vida si la queremos plena,
basta poner esfuerzo, sacrificio y tesón
que no hay más deleitosa satisfacción
que recoger tras la siembra la cosecha
y sentir el regusto de la obra bien hecha.
Barcelona a 26 de setiembre de 2011
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