Reverdecer
qué difícil es
cuando el tronco
da ya para poco.
Sin embargo
yo no me hago
a dejarme llevar,
lejos de la mocedad,
a ese final seguro,
para todos muy duro
de permanecer silente
de cuerpo presente.
Mientras la vida
esté ahí, viva
aún me quedan arrestos
para enfrentarme a retos
a cara descubierta y franca.
Y cuando llegue la parca
con su inevitable demanda
sólo entonces pondré el
basta,
será ella quien me para
aunque
no me haga gracia.
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