Nací siendo
un patito feo
que no sería
cisne, ni blanco ni negro
condenado a
volar cada invierno
para
encontrar un acomodo menos fiero.
Ahora que ya
soy un pato viejo
de cuanto he
volado no me quejo,
ni todo ha
sido malo ni tampoco bueno,
he sido
feliz sustentado en el vuelo.
He conocido
lagos, ríos... y también charcas
aceptándolas
tal como venían dadas,
no soy un
cisne de majestuosas alas,
para volar
libre jamás me han sido necesarias.