Sé tú y no te muerdas la lengua
ni te calles ni te detengas, escucha:
la libertad reside
siempre en la lucha
del día a día, sin descanso ni tregua.
No te dejes amedrentar ni dirigir
ni hagas caso a las voces extrañas,
son cantos de sirenas muy lejanas
que pretenden cualquier otro fin.
No es nada fácil alcanzar la libertad:
reside muy dentro de uno mismo,
requiere a veces energía, otras mimo
y una especial entereza y voluntad.
Tendrás que dejar mucho en el camino:
tentaciones, inercias y algunos cariños,
y sentirte en ocasiones al borde del abismo,
ya sabes, libertad es eso: un difícil destino.
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