Crecer es aprender a engañar o disimular muchas veces:
el engaño tapa, o al menos difumina, tus desnudeces
y permite acumular dádivas y halagos , te enriqueces
llenando la mochila, y también la bolsa, con creces.
Desde la soledad veo el engaño que siempre prevalece
pero mi verdad me dice que la mentira envilece
que la vida al fin coloca a cada uno donde merece
y que nada más con la verdad desnuda se crece.
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