ANDRÉS MARCO

miércoles, 26 de septiembre de 2012

QUÉ TRISTEZA




Qué tristeza, qué dolor y cuánta pena:
los pitufos repartiendo en Madrid leña,
como si fueran los grises de antes:
distintos perros, los mismos collares.

Y todo porque el pueblo en su desespero
quiere que se oiga su queja y su lamento,
democrático, en el seno del parlamento
mientras los diputados siguen en su cuento,
de espaldas, aferrados cada uno a su asiento.

¡Ay, pueblo mío!, qué de dolor que siento,
a vuestro clamor, pueblo soy, me uno
que para exigir justicia sobran tribunos .

Queremos soluciones sin más demora,
luego todos a la calle que ya es hora
de hacernos oír ante toda esa calaña
de politicastros, comemierdas y salvaespañas.

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