ANDRÉS MARCO

jueves, 19 de julio de 2012

CADA MAÑANA CUANDO ME DESPIERTO

Cada mañana cuando me despierto
tu luz cálida me ilumina, mi sol mañanero,
contemplo tu rostro con ojos muy abiertos
y murmuro para no despertarte: te quiero.
Tú, amor, que cultivas mi campo si no yerto
convirtiendo, con tu brillo, en un vergel florido
lo que antes era no más que puro erial desierto.
Tú, mi sol mañanero, que alumbras mi camino
si me falta tu calor me siento desvalido y frío,
en esos casos me pregunto por qué respiro
e inquieto busco acomodarme a tu abrigo,
y entonces, con tu energía, resurjo con nuevo brío,
que si tú no me faltas me puedo comer el mundo
porque te quiero e inmerso en tu luz ya no dudo
de que nunca me faltará tu apoyo, amor mío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario