En mi vida no he ganado grandes batallas
ni me he batido en cruentos duelos
tampoco me he arrastrado por los suelos,
siempre he intentado dar la talla.
En todo momento he podido superar los miedos
que a todas las personas muchas veces nos atan
y que si te dejas llevar te superan y amilanan;
pero con mucha voluntad y esfuerzo los supero.
Soy tal como me han hecho poco a poco
y sé rectificar cada vez que me equivoco
aunque me duela rectifico y supero el enojo;
así de esta forma tan simple y dura me forjo.
Soy Andrés Marco, licenciado en Ciencias Económicas. Me he dedicado a la enseñanza toda mi vida. Ahora estoy jubilado. Desde que tengo 20 años en mis ratos "perdidos" escribo. Lo hago porque me siento libre mientras emborrono una hoja en blanco. Dicen que se escribe para ser leído...ése es mi objetivo.
martes, 17 de abril de 2012
miércoles, 11 de abril de 2012
SÍ, QUE SÍ, SÍ, SÍ
Sí, que sí, sí, sí, que sí, que
sí
el franquismo vuelva a estar
aquí:
que te manifiestas en la calle
te aplicamos la ley de vagos y
maleantes,
será con otra ley, pero como la
de antes,
que te cosen a porrazos la policía
defenderte resultará aberrante,
ni si ocurra recurrir a tal
osadía
o irás por un tiempo a la cárcel.
Sí, que sí, sí, sí, el nuevo
fascismo
lo tenemos de nuevo en España
para perpetuarse si nadie lo
apaña
el Movimiento y el PP son lo
mismo
sí, que sí, de verdad que sí:
que el fascismo de antes ya está
aquí.
NO BUSQUES LA PERFECCIÓN
No busques la perfección absoluta. No existe
asume tus hechos y decisiones tal como lo hiciste,
si en ese hacer te
entregaste y pusiste toda alma
nadie tiene que reprocharte absolutamente nada.
A veces nos
autoimponemos metas inalcanzables
sabedores de que jamás de los jamases llegaremos
y que el perderse en el camino será justo lo inevitable
porque ese camino es lo único que de verdad tenemos.
Vivimos mientras vemos
por delante un posible camino
con un horizonte
normalmente invisible y lejano
sembrado de gruesas piedras: incertidumbres y sinsentidos,
que nos hacen caer
y luego, aunque no queramos, levantarnos
detenernos un
instante, tomar aliento y decirnos: ¡Vamos!.
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