Qué no te
daría yo aunque yo no lo tuviera,
pídeme del
cielo, si quieres, una estrella
que iré
raudo, y sin dudarlo, a por ella.
Qué no te
daría yo, qué no te daría si pudiera:
la lámpara
maravillosa de Aladino,
todo, todo
lo humano y, si apuras, lo divino,
lo más
oculto e incluso aquello que no adivino,
qué no te
daría yo porque, porque estás conmigo.
Tú que en
mi mochila apenas si pesas,
de lo que
yo tengo, qué no te diera,
todo lo que
pidas, aunque así falleciera,
amor mío, qué no si te doy mi vida entera.
Que texto tan bonito. No dejes de escribir, anima tanto leerte un poquito cada día.
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