Briznas de hierba llevadas en el aire
apenas somos, si lo miramos bien, nadie
y puede que en verdad y sin remedio así sea,
inmersos en la inmensidad de una marea
dejándonos llevar por esa absurda ilusión
que por mucho que uno grande se crea
al final te das cuenta de que eres esa hierba
que va de lado a lado sin ton ni son.