Insomne busco y no hallo aquellos sueños
perdidos, juveniles
e inocentes anhelos
escondidos
en no sé qué recónditos recovecos
y que hoy me
pregunto a dónde se fueron.
Aquellos
jóvenes sueños que quedaron atrás
difíciles
cada vez más de poder recuperar,
y no es que
se hayan quedado olvidados,
simplemente,
han sido día a día arrinconados
y remplazados por incipientes desvelos
que aunque viejos nos asemejan nuevos,
aceptando que uno hace lo que puede
y el que no se conforma es porque no quiere.