Busco la paz, y no la encuentro,
entre las olas
en ese mar, jardín de
cadáveres que flotan,
monstruo voraz y, sobre todo,
inhumano.
Sí, estoy hablando del mar
Mediterráneo.
Busco la paz, y no la hallo,
en ese mar fiero,
entre cuerpos muertos y muertos
sin entierro,
mar que en vez de unir,
separa a los humanos.
Sí, me refiero a nuestro mar
Mediterráneo.
Busco esa anhelada paz y no,
no la encuentro
en este mar que fue crisol de
ideas y civilizaciones,
senda desde la recóndita
noche de idas y de regresos,
Sí, este mar nuestro, semillero
de guerras y traiciones.
Busco la paz entre las olas del Mediterráneo
y la verdad, por más que busco no la hallo.