Mientras miro por la ventana
siento que el tiempo se me escapa
en sueños en mis manos
perdidos.
Fuera llueve y por ahora no escampa,
como gotas de agua son mis delirios
reflejados en los charcos efímeros
en los que chapoteará
cualquier niño
que no sabe que son simples
sueños.
Sé que al final lucirá ese sol anhelado
que desvanecerá las
posibles brumas,
esos sueños quedarán olvidados a un lado
y habrá otros, hasta que
lleguen las lluvias.